El creador de Apalancaos creció en uno de los barrios bajos de Alicante, donde las calles estaban marcadas por el tráfico de drogas, los yonkis y el caos. Lejos de encajar por su forma de ser y vestir el skatepark , las motos y el graffiti eran su escape entre tanto desorden en en una sociedad donde si eras skater pertenecías a un grupo muy reducido donde era muy fácil juzgarte por las formas de vestir , gorras o complementos que llevabaras .
Tras muchos problemas las sombras de la depresión lo perseguían, hundiéndolo cada vez más en un pozo de oscuridad del que no veía salida.
Un día, buscando escapar de los problemas un coche se interpuso en su camino y lo mandó treinta metros en adelante quedándose así al borde de la muerte con la mitad del cuerpo fracturado. Ese choque y 2 años de recuperación lo cambiaron para siempre. En su recuperación, mientras lidiaba con las cicatrices físicas y emocionales, encontró en el diseño de ropa una nueva forma de evadir el sufrimiento. Con solo su teléfono y su dedo como herramientas, comenzó a crear.
Sus días se dividían entre trabajar en el aeropuerto de Alicante trabajando en hasta 3 empresas a la vez para sobrevivir y dibujar en su teléfono con la esperanza de que esos trazos que dibujaba desde el móvil en los tiempos libres dentro de la bodega del avión se convirtieran en algo más grande. Fue entonces cuando, casi como una señal del destino, escuchó sobre una oferta de trabajo en Ámsterdam, una ciudad que brillaba como un faro de creatividad y moda 420. Sabía que no tenía mucho, apenas sus últimos ingresos, pero apostó todo en un billete de avión que lo llevaría hacia esa nueva oportunidad.
Al llegar a Ámsterdam, el camino no fue fácil. Vivió en condiciones extremas, sin apenas dinero para comer ni un lugar estable para quedarse, pero nada de eso detuvo su determinación. Con cada diseño que creaba, sentía que estaba construyendo algo que trascendería su propia historia. Se sumergió en la vibrante escena de la moda 420, conectando con personas que compartían su pasión y absorbiendo toda la inspiración posible.
Después de mucho esfuerzo, nació Apalancaos High Clothing, una marca que fusionaba su vida callejera, su arte urbano y su deseo de dejar algo eterno. Al principio, la lucha por hacerse un nombre fue brutal, pero su estilo único comenzó a destacar. Sus prendas, llenas de la crudeza y la autenticidad de su historia, comenzaron a aparecer junto a sus stickers en los coffeeshops más exclusivos de Ámsterdam, y pronto, artistas de la música y deportistas extremos internacionales empezaron a vestir sus creaciones.
Hoy en día, Apalancaos High Clothing es mucho más que una marca de ropa , es un legado de resistencia y creatividad. Apalancaos , el chico que casi perdió la vida en una moto intentando huir de su depresión, encontró en el diseño una forma de inmortalizarse, de dejar una huella imborrable en la historia. Su ropa, ahora vestida por figuras icónicas en todo el mundo, representa el triunfo sobre la adversidad y la capacidad de transformar el dolor en algo que perdurará para siempre.